En la campaña de granos finos 2023/24, la cebada forrajera podría perder el partido frente al trigo. Sucede que se cierne un nubarrón sobre los precios de la primera, porque se prevén exportaciones crecientes de Australia hacia China, el principal destino de los embarques argentinos.
Ambos países estaban distanciados políticamente desde 2020 luego de que Australia solicitara una investigación sobre los orígenes del Covid-19, que generó represalias comerciales del gigante asiático e impidió el abastecimiento de cebada desde el país de Oceanía. Recientemente Australia retiró las apelaciones que había hecho ante la OMC por las sanciones comerciales de China y el 11 de abril se firmó un acuerdo de levantamiento de estas por parte del gigante asiático, que podría estar operativo antes del inicio de la cosecha. Esa realidad , de concretarse, será factor negativo para los productores argentinos.
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En resumen: hacia adelante, el mercado de cebada forrajera puede tener una tendencia más bajista que el del trigo. “Hay que recordar que, desde fines de 2020, China aplicó aranceles del 80,5% para la cebada australiana, lo que provocó que se anularan las importaciones desde dicho origen”, explica Sofía Ganly, asesora comercial y analista de AZ-Group.
Esa decisión generó una oportunidad para la Argentina, que exportó cebada forrajera en niveles récord históricos: según el Indec, en 2022 se embarcaron 2,2M/t de cebada forrajera con destino a China, con la Argentina como principal proveedor. En 2021, las exportaciones totalizaron 1,5M/t, mientras que en los años previos eran casi nulas. A eso se sumó la guerra entre Rusia y Ucrania, que provocó una escalada de precios de la cebada que llegó a superar los 400US$/t.
“La oportunidad que dio China a los productores argentinos se terminará en la medida que continúen avanzando las negociaciones comerciales con Australia que, por cercanía, tiene ventajas competitivas”, proyecta Ganly.
Entonces, el escenario de precios que se puede observar hacia adelante es más conservador y volverá a depender de los fundamentos normales de oferta y demanda, como por ejemplo si llegara a ocurrir alguna contingencia climática muy importante que contraiga la oferta. “Posiblemente se observe un descuento en el precio de la cebada forrajera respecto de los últimos años, cuando se registraron importantes premios por la demanda de China. Y es posible que se vean los mercados de cebada y trigo más separados, cada uno bajo sus fundamentos y sus reglas”, proyecta Sofía.
Precios y estrategias para trigo
En muchas zonas agrícolas ya se prevén muchas dificultades para sembrar trigo y cebada por insuficiente humedad acumulada en los suelos y los agricultores están evaluando pasar de largo con la fina y volcarse al maíz. En otras regiones, los productores se mantienen a la expectativa de las lluvias que reciban en mayo y, en función de eso, decidirán sobre la marcha. En otros casos deciden que van a sembrar una proporción menor del plan inicial y con muy poca inversión. “Son estrategias que se van delineando en una campaña que continúa afectada climáticamente; a pesar de que las proyecciones hacia adelante indican un año Neutro o con tendencia a El Niño, su manifestación llegaría tarde para los granos finos porque se intensificarían a partir del segundo semestre”, condiciona Sofía.
Más allá del desenlace climático, hay que considerar las perspectivas de precios para la época de cosecha del trigo. Para la nueva campaña, el mercado ofrecía a fines de abril 230US$/t, un valor más bajo que el promedio de la posición enero de 2023 de los meses anteriores (293US$/t). Sin embargo, hay que entender que venimos de un año atípico, de precios excepcionales, en el que la guerra entre Rusia y Ucrania jugó un papel fundamental, sumada a la enorme pérdida productiva de la Argentina.
Por otro lado, relacionando el valor de 230US$/t con los de las últimas campañas, se puede observar que se mantiene en el máximo histórico para esta fecha, sin tener en cuenta la posición enero de 2023. Comparando dicho precio con los valores nuevos de la cebada forrajera, que oscilan en los 195US$/t, resultaría más conveniente el trigo.
Márgenes y rentabilidad esperada
Para tomar decisiones de siembra importa analizar el clima y los precios, pero también los márgenes netos. Cada margen dependerá de la zona de cultivo, del paquete tecnológico empleado y de los rendimientos que se puedan obtener.
A modo de ejemplo, y tomando valores promedio de la zona núcleo en la plataforma AGBI de fines de abril, se puede observar que el margen de la secuencia trigo/soja arroja una rentabilidad del 16%, en comparación el 7% que se puede obtener con un doble cultivo cebada/soja. Los márgenes netos también favorecen al trigo. Los cálculos fueron hechos con rendimientos conservadores para la zona, que se ubican en 30qq/ha para ambos casos cultivos.
El caso de la cebada cervecera es diferente, porque registra un plus de precio por tener la calidad para maltería. “Todavía no hay propuestas de precios de la industria hacia los productores, pero “lo que es importante para esta nueva campaña, y hay que tener en cuenta al momento de negociar los convenios, es que se tome como referencia de precio la posición diciembre de trigo, y que no esté atada a la cebada forrajera, cuya demanda podría ser menor”, aconseja Ganly. La negociación con esas condiciones reduciría el riesgo comercial de la cebada cervecera.
Por lo expuesto, si la decisión de sembrar fuera tomada principalmente por precio y expectativas hacia adelante, se recomendaría preliminarmente el trigo sobre la cebada forrajera, que presenta un mercado mucho más sólido y con variables que pueden provocar mayor volatilidad en los precios. Además, el mercado de cebada, y especialmente de forrajera, se arma con oportunidades puntuales y tiene gran dependencia a la necesidad de los embarques, que a partir del mes de abril desaparecen. Entonces, es de suma importancia buscar alternativas que reduzcan todo lo posible los riesgos, luego de haber experimentado pérdidas considerables, por las contingencias climáticas, en la campaña anterior.