A las diferencias por su posicionamiento electoral dentro del Frente de Todos, la CGT sumó otro motivo para agitar su interna: un dirigente alineado con el kirchnerismo acusó a la cúpula de la central obrera de querer vender la histórica sede, situada en Azopardo 802 y que fue cedido en 1950 por la Fundación Eva Perón.
“Si Andrés Rodríguez plantea que van a vender el edificio de la CGT porque ya arreglaron con Larreta que van a tener otro edificio y nadie dice nada, estas entregando la historia de la CGT”, denunció Mario Manrique, secretario adjunto del Smata y número tres de la central obrera en una entrevista radial en Futurock. Manrique se ausentó ayer del acto por el Día del Trabajador en desacuerdo con el sector mayoritario de la CGT, que anunció su respaldo a la candidatura presidencial de Sergio Massa y que pidió un “gran acuerdo nacional”. Manrique es uno de los interlocutores sindicales del kirchnerismo y fue el que planteó hace dos semanas dinamitar todo tipo de diálogo y acuerdo con los empresarios que se habían reunido en el Foro Llao Llao. “Hay que prenderles fuego”, los amenazó.
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Ahora, Manrique volvió a revolucionar la interna de la CGT con la acusación a Rodríguez, jefe de los estatales de UPCN y uno de los dirigentes con mayor predicamento en la central obrera. “No podemos vender la historia del movimiento obrero. No lo podes poner ni a consideración”, planteó Manrique y aseguró que eso se conversó en la última reunión de comisión directiva, la semana pasada. Fuentes sindicales reconocieron a LA NACION que hubo un debate, pero que la idea está aún en una etapa embrionaria. La intencion es tener un lugar más amplio, aunque sin resginar la sede histórica, que podría quedar como un museo, de acuerdo a las opciones que se barajan.
Manrique apuntó, sobre todo, contra el dirigente estatal, que se supo que se había reunido con el jefe de gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta. “La reunión con Larreta fue a pedido de ellos para decirnos que si es Presidente quiere gobernar con consensos, que no piensa en una reforma laboral sino en modernizar los convenios”, dijo Rodríguez a LA NACION. Sobre el edificio de la CGT, señaló: “Es inaudito. ¿Cómo vamos a vender el edificio? Estamos gestionando con la Agencia Administradora de Bienes del Estado (AABE, que depende de la Nación) un edificio para concesionar. A la sede de Azopardo hay que hacerle tareas de mantenimiento y un grupo mayoritario piensa que es hora de que sea declarado monumento histórico del movimiento obrero, que funcione allí la biblioteca laboral y un centro de capacitación. Que Manrique paga la cuota de la CGT en vez de criticar. Debe varios meses y ese dinero sirve para pagar los servicios y a los empleados [unos 30]”.
El edificio de la CGT tiene un subsuelo, planta baja y 6 pisos. Arriba, durante el mandato de Hugo Moyano, que duró 12 años, se construyó una terraza con un asador y una galería. En el primer piso está el mítico salón Felipe Vallese, donde se realizan los actos. La sede de la CGT fue declarada Monumento Histórico Nacional mediante el decreto 1233 de 2007.
