El precio del transporte metropolitano, que durante tantos años estuvo congelado o con aumentos por muy por debajo de la inflación, se convirtió en el único servicio público que sigue con perfección de relojero a la inflación. Hoy, como todos los primero de mes desde hace tres, volvió a subir el boleto de los colectivos y los trenes que circulan por el área metropolitana.
De acuerdo al cuadro de tarifas que publicó el Ministerio de Transporte, a las tarifas vigentes hasta ayer se les aplicará un aumento similar a la inflación de marzo (se calcula a mes vencido) que para el conglomerado que forman la Ciudad de Buenos Aires y su conurbano fue de 7,8. De esta manera, el boleto mínimo de colectivos para trayectos de hasta tres kilómetros pasó de 39,54 a 42,68 pesos, mientras que el de tres a seis kilómetros tendrá un valor de 47,55 pesos.
La tercera escala de la suba, que es para los trayectos que cubran entre 6 y 12 kilómetros, el precio que cada pasajero pagará al subir es de 51,21 pesos. El nuevo cuadro tarifario, a su vez, se completa con los viajes que recorran entre 12 y 27 kilómetros, por los que se abonará 54,87 pesos. Finalmente, los más largos, entre 27 y 45 kilómetros, tendrán un boleto de 58,52 pesos.
La indexación mensual del colectivo con el índice de inflación publicado es una medida inédita desde hace varias décadas. En los años 90, el boleto estaba prácticamente quieto y no tenía variaciones producto de la estabilidad. En ese momento, los colectivos no necesitaban ninguna asistencia del Estado, ya que ya que no había subsidios y todo se solventaba con la propia recaudación de las unidades.
Con el derrumbe de aquel sistema monetario, entre diciembre de 2001 y enero de 2002, esa autonomía del transporte se terminó. El Estado, en base a la ley de emergencia que se aprobó en la presidencia de Eduardo Duhalde, compensó a los transportistas por el porcentaje necesario como para que la tarifa no subiera. Desde entonces las transferencias del Tesoro a los dueños de los colectivos no sólo que no se quitaron nunca más, sino que generaron una dependencia absoluta del dinero del Fisco para los empresarios de los colectivos sobrevivan.
Esta actualización automática empezó a regir el 1° de marzo. Como se dijo, es un aumento mensual según el índice de precios al consumidor, que “mantiene los atributos sociales y los beneficios de la Red Sube con importantes descuentos en el valor del boleto”, comunicó el Ministerio.
Esta medida se oficializó en diciembre del año pasado, con la publicación en el Boletín Oficial de la resolución 1017. “Es importante remarcar que el mecanismo de actualización de los cuadros tarifarios se llevó adelante luego de mantener el mismo valor del boleto durante más de 2 años y medio, redoblando los esfuerzos por parte del Estado Nacional en el marco de la pandemia COVID-19 donde el transporte público representó una herramienta fundamental para el traslado de los trabajadores y trabajadoras esenciales”, dice el comunicado de la cartera que conduce Diego Giuliano.
Siempre de acuerdo a la misma fórmula de actualización, los boletos de trenes también subirán. El mínimo de las líneas Mitre, Sarmiento, San Martín y de la Costa tendrán un costo de $26,82 (12,07 para la tarifa social), cuadro que se completa con los precios de los tramos que le siguen en distancia y que tienen un importe de 34,14 y 42,67, de acuerdo al trayecto.
Para las otras líneas (Roca, Belgrano Sur, Belgrano Norte y Urquiza), se venderán boletos mínimos de 20,73 pesos (9,33 para la tarifa social), con un precio de 12,07 y 14,01 pesos, para los viajes más largos identificados como tramo 1 y 2.
Más allá del impacto que tendrá en el bolsillo de los usuarios, el aumento no logrará descomprimir la tensión que se vive por estos días en el mundo de los colectivos. Sucede que desde hace tiempo, los transportistas se quejan de los atrasos en los pagos de los subsidios, además de la dependencia que ha generado. De hecho, según el índice Bondi, que publica mensualmente Asociación Argentina de Empresarios del Transporte Automotor (AAETA), el costo real el pasaje de colectivos en marzo (último publicado, ya que es a mes vencido) era de 300 pesos, con un ticket promedio que pagan los pasajeros, después de descontar los atributos sociales, que era de 30,88 pesos. Es decir, solo 1 de cada 10 pesos que insume el servicio lo paga la tarifa, el resto el Estado.
De ahí que en las últimas semanas hubo protestas de dueños de colectivos por los atrasos en los pagos. “Las deudas en compensaciones a la fecha, entre vencida y por vencer, equivalen a un mes completo de subsidios. Con una inflación superior al 100% anual, las consecuencias las sufren las empresas, sus colaboradores y la calidad del servicio”, escribió Aaeta en su cuenta de Twitter.
Cada uno que pase su tarjeta SUBE por una máquina o la apoye en molinete podrá ver un débito mayor en su cuenta. Verá en bolsillo propio de qué se trata esas viejas palabras que se volvieron a usar en los últimos meses: indexación automática.