El neurocientífico Facundo Manes aseguró que está dispuesto “a llegar hasta el final” y confirmó así que participará en las primarias de Juntos por el Cambio (JxC) como representante del radicalismo para competir contra los postulantes de Pro, Horacio Rodríguez Larreta y Patricia Bullrich, y el titular de la UCR, Gerardo Morales.
La cúpula de Pro intentó dar una señal de unidad frente a la crisis cambiaria y articular la estrategia en la provincia
Fiel a su estilo de mostrarse como un “outsider”, Manes criticó a la dirigencia de la coalición opositora por estar concentrada en “internas de poder” en lugar de discutir un modelo de crecimiento y desarrollo que permita al país salir de la crisis en la que se encuentra. También demostró la fría relación que mantiene con el gobernador jujeño Morales.
-¿Va a ser candidato?
-Estoy dispuesto a ser candidato. Estamos trabajando con diferentes sectores y mis equipos pensando el desafío de Argentina en estos momentos difíciles. Hoy Argentina necesita un cambio de ciclo. Más allá de todo el dolor y todo el sufrimiento, la angustia y las frustraciones por la situación económica que estamos viviendo necesitamos tener un modelo de estabilización de la economía, pero también de desarrollo. Hay que hacer un plan de estabilización con consenso porque puede fallar en el primer intento y necesita respaldo político para intentarlo de nuevo.
-¿A qué se refiere cuando habla de desarrollo?
-El desarrollo es, entre otras cosas, no depender del clima como hace 100 años, una revolución educativa, de salud, en ciencia y tecnología y vincularla al sector productivo a través de instituciones modernas, con políticas de Estado que linqueen el conocimiento junto con la producción y la economía. Argentina no está discutiendo esto. En términos médicos se discute como bajar la fiebre, pero sin tratar lo que causa esa fiebre.
-¿Habló de esto con alguien en Juntos por el Cambio?
-Con nadie. Cambiemos en el 2015 no tuvo un plan programático. Ocho años más tarde no podemos seguir con lo mismo; entonces, ahora tenemos que ser una alianza electoral para conseguir mayoría social, mayoría legislativa y encarar el desarrollo, no sólo para ganarle al kirchnerismo, que ha fracasado, sino para transformar el país. Porque esta vez la gente va a decir ‘pero ustedes ya estuvieron y no transformaron’. Creo que el problema de las internas, como la que está teniendo el Pro, nos alejan de ese electorado que dice ‘yo estoy sufriendo, no llego a fin de mes y estos tipos están hablando de interna, de llegar al poder”.
-¿Esa postura de abandonar el discurso antikirchnerista como eje no lo aleja de Patricia Bullrich?
-Con Patricia Bullrich tuve una buena charla y comparto valores. Pero vuelvo a la idea de que hay un fin de ciclo. Así como en el 83 fue el fin de ciclo de la dictadura, ahora es un fin de ciclo de una de una dirigencia que no nos pudo dar prosperidad. Es un sistema el que fracasó. Hace 40 años se creó un sistema que nos dio democracia pero que no nos dio prosperidad ni bienestar. Por eso hay bronca, pero esa bronca hay que analizarla no mirando hacia los curanderos sino hacia los médicos que van a tratar al paciente, que es la Argentina, con las herramientas racionales. Para mí, el límite es el discurso de violencia de odio o de fanatismo, de romper todo para captar esa lógica bronca de la gente.
-Parece que hablara de Javier Milei.
-No hablo de seres vivos. Me equivoqué recién al hablar de Patricia. Yo hablo de ideas y creo que estamos en peligro con los que hablan a favor de la libertad oprimiendo al otro. La libertad es colectiva, no individual, se consigue con una epopeya colectiva, no negando al otro. Eso puede generar discursos, que me preocupan mucho, de violencia y de poca convivencia democrática.
-¿Nunca habló de sus propuestas con la dirigencia del radicalismo para que el partido cierre filas, al menos, detrás de un programa?
-Nunca me citaron para discutir esto en la cúpula del partido. Lo estoy haciendo con mis equipos, mis economistas de referencia son Marina Dal Poggetto y Martín Rapetti, pero en todos estos años no participé en ninguna reunión así en el partido.
-¿Nunca lo invitaron?
-¿A discutir el desarrollo? No.
-¿Cómo se lleva con Gerardo Morales?
-Es el presidente del Comité Nacional y candidato a presidente y lo respeto como tal.
-¿Quién le gustaría como compañero de fórmula?
-En la Argentina hoy no se va a poder administrar nada ni gestionar nada si no hay esperanza, es como administrar un paciente depresivo. Te confieso que hoy mi rol es tomar el dolor, la bronca y la resignación y transformarlo en esperanza y discutir con los equipos técnicos lo que voy a exigir en el debate en este momento histórico de la Argentina, que es cómo logramos la estabilidad económica y el desarrollo; así que no estoy pensando todavía en fórmulas ni en la rosca de la política. Lo que si creo es que el radicalismo está en condiciones de hacer esto, pero lo que no vi en estos dos años en la conducción es una vocación para que el radicalismo llegue al poder.
-¿Por qué?
-Preguntale al presidente. Un partido con tres gobernadores y 500 intendentes me parece que debió haber tenido una reunión específica para ver cómo hacemos, con la mitad del capital político que en el 21 nos permitió ganarle al kirchnerismo, para llegar al poder y transformar la Argentina. Pienso que la política se ha convertido en un fin en sí mismo, para tener cargos, para tener aparatos, para tener recursos y cajas.
-¿Qué opina del Gobierno de Alberto Fernández?
-Este gobierno, su ministro de Economía (Sergio Massa), quiere, irresponsablemente, pasarle la bomba al próximo gobierno. No tiene un plan económico, no tiene un plan de estabilización, lo que quiere es que le explote la bomba al próximo gobierno. Y algunos de nuestro sector quieren que explote ahora. Una irresponsabilidad total. Mucho más del gobierno. Creo que no hay que esperar las elecciones, estamos ante una corrida bancaria, la gente no llega a fin de mes, la angustia social es tremenda y nadie discute como sentarnos a una mesa a dar cierta estabilidad a este caos.
-¿Está extendido que en Juntos por el Cambio habrá dos fórmulas, excluyéndolo a usted de la carrera presidencial. ¿Se va a presentar?
-Yo voy para adelante, voy a ser candidato. No tengo un plan B. Yo estoy acá hasta el final.