Alberto Fernández pasó de la risa a la emoción. De las anécdotas ligeras a los recuerdos de la infancia. De las declaraciones políticas a las confesiones sobre su rol presidencial ahora que renunció a la candidatura a una reelección. Pero de esa montaña rusa declarativa que fue la entrevista de 65 minutos que ofreció a Mex Urtizberea en una señal de Radio Nacional él eligió un momento en particular para destacar en sus redes sociales: una afirmación sobre el valor de sus políticas durante la pandemia.
Escribió: “11 millones de personas se contagiaron de COVID-19 en la Argentina. 130 mil perdieron la vida, pero más de 10 millones se salvaron gracias a la salud pública, más todos los que también se salvaron gracias a la vacuna”.
La sentencia es un resumen de lo que había dicho durante la nota, en la que pidió reconocimiento por las personas que se contagiaron de Covid-19 y no se murieron.
“Es mucho más difícil. Es mucho más difícil porque es mucho más difícil mostrarle a la gente lo que no ocurrió que lo que ocurrió. O sea, ocurrieron 130.000 muertes. Y la gente no ve que también ocurrió 10.870.000 vidas salvadas y la gente no ve todos los que se salvaron por la vacuna, ¿no lo ven? Sí, por ahí no lo ven ahora, eh”, dijo, ante la afirmación del entrevistador.
A eso le siguió un comentario que le causó emoción. Recordó un mensaje que recibió por redes sociales. “Hubo un mensaje que a mí me impresionó mucho. Me emociona, pero una señora… me emociona (se interrumpe). Una señora me dejó un mensaje, decía mi mamá primero murió por el Covid, después murió mi papá por el Covid, pero los dos murieron en una cama digna de un hospital público bien atendido. Gracias, Alberto. Tremendo, tremendo. Y me parece que hay un momento en donde todos tomamos noción de lo que nos tocó”.
Los números de la pandemia
Las cifras de la pandemia a nivel global reflejan que el desempeño de la Argentina estuvo lejos de ser modélico. Según los registros de la Organización Mundial de la Salud (OMS), es el país número 14 en cantidad de muertes, con 130.472, por delante de otras naciones con más población y que soportaron olas dramáticas en los inicios de 2020, como China y España.
En lo vinculado a los contagios, ese mismo registro ubica a la Argentina en el puesto 17, con 10.044.957 casos. Hay casos notablemente más exitosos: Australia, con 11 millones de casos apenas reportó 19.936 muertes. Japón reportó 33 millones de contagios y 74.000 muertos (con el triple de población que la Argentina). España tuvo 2 millones más de enfermos y 10.000 muertes menos. Turquía (que duplica la población argentina) tuvo 17 millones de casos y 101.000 muertes. Alemania y Francia tuvieron el triple de contagios, aunque los decesos fueron entre un 25 y un 30% más que en la Argentina.
El país que encabeza la tabla de contagios y de muertes es Estados Unidos, con 102 millones de casos y 1,1 millones de muertos. Como tiene 331 millones de habitantes, esto implica una relación de un contagio cada 3,2 habitantes y un muerto cada 300 habitantes. La Argentina tuvo un caso cada 4,5 habitantes y en cuanto a los fallecidos es uno cada 282.
Las declaraciones
“En la primaria fui granadero, también Juan de Garay, era ridículo, te aclaro. Y también hice de payaso, tengo una foto”, dijo, en otro tramo de la entrevista, que ocurrió en momentos en que ardía la cotización del dólar blue.
Fernández contó que tiene más de 8000 mensajes de texto sin leer en su celular; que ayer interrumpió su siesta en la quinta de Olivos promovida por su esposa, Fabiola Yañez, porque “tenía reuniones pautadas”, y hasta imaginó al actor estadounidense Robert De Niro como eventual protagonista de una película sobre su vida. “¡Te pasó de todo!”, le había dicho Urtizberea antes de invitarlo a imaginar un actor famoso para interpretar sus tres años y medio en la Casa Rosada.
Fernández evitó hablar del aumento diario del dólar, y sí atribuyó a factores como la sequía y la herencia recibida del gobierno de Cambiemos la espiral inflacionaria que pone en jaque a su gestión. La definió como “un problema muy grande”, y sí aclaró que están en marcha “102 paritarias” para recuperar el salario.
“Una de las cosas que me gana es la racionalidad, y ahora viene lo que tengo que hacer, estoy ocupado de solucionar los problemas que tenemos;”, dijo el Presidente a modo de explicación sobre la decisión de no presentarse como candidato a su reelección.
En la misma entrevista, Fernández defendió su decisión de no conformar el “albertismo” como corriente interna, y pareció criticar al cristinismo al afirmar: “No me gusta la ficción en la política, porque un relato cuenta una verdad a medias”, destacó. En otro tramo de la nota, el Presidente dijo que “con la política no se gana plata” y que “ahora los jóvenes te piden un carguito para hacer política”.
Cuando lo consultaron por el índice de pobreza, reconoció que “la pobreza se mide básicamente por el ingreso de la gente. Está claro que con una inflación como la que tenemos se retrasan los ingresos de los que están informales y aumenta la pobreza”, afirmó, pero interpretó que “los que tienen empleos formales no pierden con la inflación”. Sostuvo, entonces, que “tenemos que trabajar para que esa gente ingrese a la formalidad, y reglamentar la economía popular para que funcione y los trabajadores reciban beneficios”.
A pedido de sus entrevistadores, y en tren de definir sus preferencias para las PASO, definió al jefe de gabinete Agustín Rossi como “un dirigente espectacular” que sería un “muy buen candidato”. Agregó, además, al embajador en Brasil, Daniel Scioli, y a la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz. Cuando le mencionaron a Eduardo “Wado” de Pedro, lo identificó como “parte del otro sector”, y fue menos taxativo con Cristina Kirchner y el propio Massa. Sobre la vicepresidenta, y en un cambio de tono, afirmó que “si quiere ser puede serlo, si Cristina se quiere presentar que se presente, tiene muchos méritos”. “Si tiene vocación de presentarse, puede presentarse, que se yo”, agregó sobre Massa, a quien no incluyó en la lista de “buenos candidatos” de su sector.