JARTUM.- El alto el fuego de 72 horas declarado el viernes por el Ejército sudanés y las paramilitares Fuerzas de Apoyo Rápida (RSF) ha llegado a su fin este domingo, sin asomo de renovación y en medio de una avalancha de operaciones internacionales de evacuación para sacar a los funcionarios diplomáticos y a sus nacionales del conflicto que escala en el país africano.
Al poco tiempo de expirar el plazo, los medios árabes Al Arabiya y Al Hadath informaron sobre una “tensa calma” e intentos de enfrentamientos en las inmediaciones del aeropuerto de la capital, Jartum, así como en los alrededores del palacio presidencial, en medio de nuevos esfuerzos de la comunidad internacional para intentar renovar el acuerdo.
El Alto Representante de Asuntos Exteriores y Política de Seguridad de la Unión Europea, Josep Borrell, quien ha anunciado conversaciones con el jefe del Ejército, Abdelfatá al Burhan, y el cabecilla paramilitar, Mohamed Hamdan Dagalo ‘Hemedti’ para prorrogar el alto el fuego.
“He hablado con ambos para instar a un alto el fuego inmediato, e insistido en la necesidad de proteger a los civiles y garantizar la evacuación segura de los ciudadanos de la UE”, hizo saber Borrell en su cuenta de Twitter.
Al menos una decena de países han comenzado en las últimas 24 horas operaciones sobre el terreno para evacuar a sus ciudadanos. Alemania, Francia, Reino Unido, Países Bajos, Jordania, Irak o Egipto están emprendiendo ya maniobras de evacuación mientras otros países como España ultiman sus preparativos.
Fuerzas especiales estadounidenses evacuaron la madrugada del domingo a 70 empleados de la embajada de Estados Unidos en Jartum a un lugar no revelado en Etiopía.
El primer ministro británico, Rishi Sunak, tuiteó que las fuerzas armadas del Reino Unido evacuaron al personal diplomático británico y a sus familias. El secretario de Defensa, Ben Wallace, dijo que estaban involucrados más de 1200 militares.
Holanda envió dos aviones Hércules C-130 y un Airbus A330 a Jordania para rescatar a 152 ciudadanos holandeses que se dirigían desde Sudán a un punto de evacuación no revelado.
Italia envió aviones militares a Yibuti en el Golfo de Adén para sacar a 140 ciudadanos italianos de Sudán, muchos de los cuales se refugiaron en la embajada. El sábado, Arabia Saudita dijo que evacuó a 157 personas, incluidos 91 saudíes y ciudadanos de otros países.
También en las últimas horas el gobierno de China anunció que está considerando la evacuación de sus ciudadanos de Sudán, con la apertura de una página web para que se registren aquellos nacionales que deseen abandonar el país, aunque de momento no plante abiertamente una operación de extracción.
Mientras las potencias mundiales transportaban por aire a sus diplomáticos para salvarlos del espiral de violencia, los sudaneses buscaban desesperadamente huir del caos. Muchos se arriesgaron por caminos peligrosos para buscar lugares más seguros o cruzaron la frontera norte hacia Egipto.
“Mi familia, mi madre, mis hermanos y mis sobrinos, se dirigen por carretera a El Cairo a través de Asuán”, escribió en Facebook el destacado cineasta sudanés, Amjad Abual-Ala.
Más de 420 personas, incluidos 264 civiles, han muerto y más de 3700 han resultado heridas en los enfrentamientos entre las fuerzas armadas sudanesas y el poderoso grupo paramilitar Fuerzas de Apoyo Rápidas.
La violencia en curso ha paralizado el principal aeropuerto internacional, destruyendo aviones civiles y dañando al menos una pista. Otros aeropuertos también han quedado fuera de servicio.
Además, el país experimentó un “colapso casi total” de la conexión a internet y las líneas telefónicas en todo el país el domingo, según NetBlocks, un servicio de monitoreo.
La lucha por el poder entre el ejército sudanés, dirigido por el general Burhan, y las RSF, dirigidas por el general Dagalo, ha asestado un duro golpe a las esperanzas de Sudán de una transición democrática. Los generales rivales llegaron al poder después de que un levantamiento a favor de la democracia condujo a la destitución del exdictador, Omar al-Bashir. En 2021, unieron fuerzas para un golpe de estado.
La violencia actual estalló después de que Burhan y Dagalo se pelearan por un reciente acuerdo negociado internacionalmente con activistas por la democracia que tenía como objetivo incorporar a las RSF al ejército y, finalmente, conducir a un gobierno civil.
Agencias AP y DPA