Alberto Fernández pretende que la reunión del Consejo del PJ que tendrá lugar mañana sea un trámite exprés. El jefe de Estado -que es además el presidente del partido- convocó a los más de 70 consejeros peronistas a la sede de Matheu 130 a las 17 solo para cumplir con la formalidad: el reloj electoral corre y el peronismo debe convocar a su habitual congreso partidario en mayo para inscribir la alianza del Frente de Todos para los comicios de este año.
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Así, el Presidente no pretende arribar a grandes definiciones en términos de candidaturas. “Va a ser un trámite formal”, dijo uno de los consejeros del riñón de Fernández que está metido en la organización. El jefe de Estado, por un lado, no quiere que el kirchnerismo lo apure a definir si va a ir por la reelección. Pero a la interna política se le suma otro motivo, más urgente: el Gobierno está transitando una semana negra, con el dólar blue desatado y cualquier ruido político en la cúpula puede impactar rápidamente en los mercados.
Algo de eso habló Fernández hoy con Sergio Massa cuando se reunieron en Olivos para tomarse una foto de distensión después del affaire con el renunciado jefe de Asesores, Antonio Aracre. Fue en un mensaje matutino del Presidente y el ministro de Economía destinado a la city porteña. Mientras tomaban mate Massa le transmitió al Presidente que ”sin orden político no hay estabilidad económica”, una frase que suele repetir para sostener la protección sobre su figura.
“Vamos a buscar una definición”
La orden del día de la convocatoria al Consejo del PJ dice únicamente que se debe fijar la fecha del Congreso del PJ Nacional, que es el ámbito para confirmar la unidad y oficializar la conformación del frente electoral (el Frente de Todos). También se deben definir dos representantes económicos del partido para encarar el financiamiento de la campaña. Nada más.
Fernández, que conducirá el encuentro, puede intentar quedarse en las formalidades, pero inevitablemente deberá ofrecer la palabra a los consejeros que quieran tomarla. Es ahí donde se podría desatar un debate, cuya extensión y tono nadie puede anticipar.
En ese contexto, fueron disruptivas las declaraciones que hizo en las últimas horas el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro, cuando dio a entender que irá a la reunión del PJ (es uno de los consejeros) a discutir cara a cara la estrategia electoral con el Presidente. “El viernes tenemos un consejo del partido, espero que se pueda discutir, debatir”, dijo el funcionario que responde a Cristina Kirchner y es el único autorizado por la vice para moverse con traje de candidato. “Me parece que muchos vamos a ir ahí, al consejo del Partido Justicialista a buscar una solución, una definición y empezar a ordenar nuestra fuerza política”, agregó, en tono desafiante.
De Pedro viene avivando el fuego de la interna con Fernández. El miércoles dijo que en el Gobierno hay “funcionarios que no funcionan”, pese a que es una de las pocas figuras del kirchnerismo que venía manteniendo un diálogo razonable con los hombres del Presidente. Con la intención de subir su perfil para posicionarse en caso de que Cristina finalmente lo designe candidato, el ministro del Interior viene haciendo declaraciones públicas todos los días.
“El orden del día es por la convocatoria al congreso. Después cada uno puede pedir la palabra, por supuesto. Puede darse un debate político pero no mucho más que eso”, dijo a LA NACION uno de los consejeros del albertismo.
Si bien De Pedro se mostró con predisposición a discutir, otros representantes del kirchnerismo anticiparon una actitud más calma. “Axel (Kicillof) va ir a escuchar”, dijeron cerca del gobernador bonaerense, que es 2º vicepresidente del Consejo del PJ. Otro colaborador de La Cámpora advirtió: “Es algo legal nomás. No piensen que va a pasar algo… no está el horno para bollos”.
El Consejo Nacional del PJ reunirá a 75 dirigentes. Por el lado del kirchnerismo, además de De Pedro y Kicillof estará la ministra de gobierno bonaerense, Cristina Álvarez Rodríguez, muy cercana a Máximo Kirchner. Como laderos del Presidente estarán el canciller Santiago Cafiero; el jefe de Gabinete, Agustín Rossi; la ministra de Desarrollo Social, Victoria Tolosa Paz y el secretario General de la Presidencia, Julio Vitobello. Entre los gobernadores figuran Juan Manzur (Tucumán) y Omar Perotti (Santa Fe). Muchos de los convocados se conectarán por videoconferencia.
Por el sindicalismo, en tanto, aparecen Héctor Daer (CGT), Hugo Yasky (CTA) y Pablo Moyano (CGT). Daer, por caso, ya avisó que va solo a cumplir con la formalidad. Pero la actitud de Yasky (que es uno de los principales promotores del clamor para que Cristina sea candidata este año), y de Moyano es más incierta.
La última vez que Fernández se sentó con los laderos de Cristina Kirchner en una mesa, hace dos meses (también en Matheu), la reunión duró más de seis horas y fue muy tensa. La interna se profundizó porque el kirchnerismo le reclamó cara a cara al Presidente que desista de ser candidato y apenas consensuaron un documento conjunto que conformó a las partes.
Cuando faltan casi dos meses para el cierre de las listas, el oficialismo sigue sin estrategia y uno de los principales interrogantes es si Fernández jugará por su reelección, o no. El kirchnerismo, por su parte, debe reconfirmar si Cristina Kirchner seguirá fuera de juego o responderá al operativo clamor para subirla a la boleta, que continuará el sábado con un acto en Ferro.
El Frente de Todos, en su conjunto, también debe confirmar si va a jugar una PASO, con dos fórmulas o más, o va a decantar un candidato de unidad. Si bien la primera alternativa es la más firme, a la luz de la crisis económica todo puede volver a replantearse.