El Gobierno está determinado a llevar adelante la licitación para la quinta generación de tecnologías de telefonía móvil (5G), aunque tiene el tiempo y las billeteras en contra. Por esto último, ya bajó la pretensión de recaudación por los 300 MHz de la banda de 3,5GHz de US$1400 millones a US$750 millones. Aun así, no encuentra respuesta de parte de las empresas de telefonía celular.
LA NACION se contactó con allegados a la familia Pierri, que prefirieron no hacer declaraciones.
A las dificultades propias del momento, se le agregó un elemento inesperado en el último tiempo. Un pedido político por darle lugar a Telecentro en el negocio de las comunicaciones celulares, desató una nueva tensión. Telecentro pertenece a Alberto Pierri, barón peronista de la provincia de Buenos Aires y expresidente de la Cámara de Diputados durante el menemismo.
Telecentro provee servicios de televisión por cable, telefonía fija e Internet. Busca desde hace años ingresar en la telefonía móvil, que se divide en tres tercios entre Claro, Personal y Movistar. Una forma de prestar el servicio sin tener ninguna concesión de espectro de frecuencia es convertirse en un operador móvil virtual (OMV) que le alquila la red a las operadoras, a cambio de pagar parte del costo del tráfico.
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De acuerdo con esto, Telecentro buscó llegar a un acuerdo con cada una de las tres compañías. Fuentes al tanto de las discusiones, sostienen que no se puso de acuerdo en el precio. Y agregan que Telecentro golpeó a las puertas del Ente Nacional de Comunicaciones (Enacom), presidido por el massista Claudio Ambrosini. Esperan que en las próximas semanas saque una resolución fijando valores para esta compañía que podrían ser inferiores a los que pretendía para entrar en el negocio.
En reuniones privadas, los funcionarios justificaron esa posible la decisión por la licitación de 5G: la concesión a Pierri sería a cambio de que no judicialice la subasta (interpuso una cautelar por la banda de 700 MHz puesta en subasta en la licitación de espectro para 4G realizada en octubre del 2014). Sin embargo, sostienen que la cancha se embarraría igual porque las empresas están listas para llevar a la Justicia la decisión del ente y no participar de la puja por el 5G. Es una muy mala noticia para el Gobierno, ya que Massa busca sumar dólares para nutrir a las golpeadas reservas del Banco Central.
En los últimos años, han existido varios operadores móviles virtuales pequeños, como el de las cooperativas nucleadas en Catel, sin que se hayan fijado valores, potestad que las empresas ya le vienen discutiendo al Gobierno con la judicialización del DNU 690/2020, que busca establecer el precio de las TICs.
El Enacom sostiene que las actuales normas fomentan que existan operadores móviles virtuales y que, como las empresas no se pusieron de acuerdo en los términos comerciales a pesar de que se los llamó a audiencias, ellos van a fijar los valores para que Telecentro pueda acceder al negocio móvil. LA NACION intentó comunicarse con autoridades de Telecentro, pero no obtuvo respuesta.
Más allá de este pleito, también continúa la disputa por el precio del espectro 5G. El gobierno había dicho en septiembre del año pasado que esperaba recaudar US$1400 millones por la licitación de los tres bloques de 100 MHz. Ahora, en cambio, está hablando de US$250 millones por bloque, lo que sería igual a US$750 millones por todo, casi la mitad de la pretensión original y con facilidades en la forma de pago (se estudia que las empresas puedan pagar en pesos al tipo de cambio oficial o con bonos, entre otras cosas).
Sin embargo, aun con esta rebaja, las firmas siguen sin querer participar. Según un estudio que maneja la industria, el valor máximo estimado de una licencia de 20 años extrapolado para un bloque de 100 MHz de espectro en la banda de 3,5GHz en Argentina tendría que situarse entre US$55 millones y US$110 millones. Es decir, que por los 300 MHz se debería pagar un máximo de US$330 millones.
LA NACION se conta
El espectro radioeléctrico es el medio por el cual se trasmiten las frecuencias de ondas electromagnéticas utilizadas para los servicios de telefonía móvil y como tal es vital para el desarrollo del ecosistema móvil.
El espectro permite que los dispositivos se comuniquen con la radio base y así acceden al contenido y a conectarse con el resto de los usuarios. Cuanto mayor el espectro asignado, más ancho de banda disponible para cada usuario. Este recurso, escaso, pero renovable, es regulado y administrado por el Estado en cada uno de los países.
