En una entidad del campo ya hablan de una rebelión fiscal “de hecho” a causa de la sequía. Además, vislumbran un escenario, aunque sin fecha por ahora, donde se avanzaría en una suerte de acción donde los productores podrían dejar de comprar y vender productos. Una especie de paro, pero lejos del formato tradicional de protesta.
Ayer, en la localidad bonaerense de Chacabuco, la Confederación de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap) reunió a sus dirigentes zonales, muchos de ellos del norte provincial severamente afectado por el impacto de la sequía. Allí, según consignó la entidad tras el encuentro, los productores pusieron en agenda dos palabras: rebelión fiscal.
El área que no se cosechará de soja equivale a 176 veces la ciudad de Buenos Aires
“En la reunión se analizó y debatió sobre la situación de la región norte bonaerense en el tercer año de sequía y la incapacidad de pago que los productores tienen para afrontar las obligaciones impositivas del Gobierno. Existe una marcada asfixia financiera, enorme desesperanza y mucha bronca e indignación que se reflejó en muchos de los oradores, quienes en varias oportunidades reclamaron por una rebelión fiscal”, señaló la organización en un comunicado. En el predio de la Sociedad Rural de Chacabuco se encontraron 50 dirigentes de 36 rurales de las zonas 1, 2 y 3 correspondientes al oeste, centro y norte bonaerense.
Luego del comunicado de Carbap, LA NACION se comunicó con el presidente de la entidad, Horacio Salaverri, quien consideró que, más que como el anuncio de una medida de fuerza, la rebelión fiscal se va a dar “de hecho” por las dificultades de pago que afrontarán los productores por el magro resultado de la cosecha. Vale recordar que, entre trigo [ya recolectado], maíz y soja habrá casi 50 millones de toneladas menos de producción versus el ciclo agrícola anterior.
Según señaló Salaverri, en la región donde se hizo el encuentro de dirigentes, más allá de que la sequía impactó en todo el país, “hay una situación de financiamiento muy dura”, que inclusive afecta los “gastos personales y no sólo productivos”. En esa línea, remarcó que se habló de la rebelión fiscal “en el sentido de que va a haber de hecho”. Agregó: “Hay una imposibilidad de pago”.
“No va a hacer falta una rebelión fiscal [como protesta], sino que esta imposibilidad de pago es muy manifiesta y se va a dar de hecho. Pasa por ahí la cuestión, no es una medida [de fuerza] o no es algo que nosotros lo tomamos como medida”, añadió.
Hay una situación de financiamiento muy dura. Hay una imposibilidad de pago
Horacio Salaverri
El dirigente reiteró que esa cuestión va a venir “por la imposibilidad de pago de cada uno de los productores”.
Vale recordar que la semana pasada, durante una visita al secretario de Agricultura, Juan José Bahillo, y luego a diputados y senadores, dirigentes de Federación Agraria Argentina (FAA) pidieron eximir de impuestos a los productores en zonas de emergencia y desastre agropecuario. También reclamaron un plan de salvataje con una suba fija hasta las 300 hectáreas y un pago para los productores ganaderos. El Gobierno, por su parte, no ha concedido eximiciones, pero sí el acceso de manera automática a la suspensión del pago de algunos tributos, lo cual no significa una exención.
Malestar
En la jornada, según informó Carbap también se puso en el centro de la agenda otro punto sensible: no vender ni comprar cosas.
“Variadas propuestas surgieron del encuentro, todas con el sentido de hacer oír la desatendida situación que viven los productores afectados por las políticas del gobierno, y agravados por la sequía. Entre ellas está la de no comprar y vender bienes por un periodo de tiempo determinado”, indicó Carbap en su informe.
Consultado, Salaverri le señaló a este medio que “el tema de no comprar y no vender” surgió dentro de las propuestas que se escucharon en la reunión dirigencial. Y agregó: “Puede haber algún día que posiblemente se determine no vender y algo otro día no comprar, no como un paro, sino como una visibilización de la situación. No significaría la característica de un cese de comercialización de algunos productos”.
Para el dirigente, se habla con esta propuesta de una situación “más generalizada que sería la compraventa de todo tipo de productos”. Añadió: “No es la calificación sola de un cese de comercialización, de un paro tampoco, sino sería de una característica más amplia [la medida]”.
Según remarcó, se trata de acciones que se van a ir estudiando y viendo la factibilidad de llevarse adelante. “No hay una fecha fija para eso, son estrategias que van a ir de acá por lo menos hasta agosto o posterior a agosto. Son medidas que tenemos que ir desarrollando y viendo la eficacia”, indicó.
Salaverri señaló que también se buscará mantener encuentros con sectores de las cadenas agropecuarias para “hacer un reclamo más generalizado de todo el sector”.
Tras la reunión de ayer, Carbap informó que en su próxima reunión de Consejo Directivo, el 27 del actual, “definirá las acciones gremiales a seguir” luego de otras reuniones dirigenciales ya realizadas.