La garantía que se guardó Larreta para enfrentar a Macri y el enigma del “voto swing”

Una conversación reservada entre Horacio Rodríguez Larreta y Mauricio Macri terminó por darle un cierre personal a la desunión. Fue una larga charla, antes del anuncio de la forma de elección en la ciudad de Buenos Aires, con el que Larreta reivindicó su derecho a la autonomía. Y Macri defendió su carácter de padre fundador. Es una situación inédita. Nunca Macri había sido desafiado por uno de sus discípulos. El desenlace es imprevisible. Las reacciones también. Pero Rodríguez Larreta se guardó un reaseguro. No dará apoyo público a la candidatura de Jorge Macri, el elegido por el expresidente para sucederlo en la ciudad, hasta que quede claro cómo evoluciona la confrontación interna. Lo demorará todo lo posible. Tal vez nunca ocurra.

Por el mismo motivo, Larreta resolvió mantener en pie a los contrincantes internos del primo del expresidente: los ministros porteños Fernán Quirós y Soledad Acuña, que también tienen intención de pelear por el gobierno porteño.

La jugada funciona como un salvoconducto: Larreta advierte a Macri que si apoya a Patricia Bullrich y Pro se encolumna en su contra, el jefe de gobierno porteño puede volcar su respaldo en Quirós, Acuña o el radical Martín Lousteau en la ciudad.

– ¿Y si Mauricio Macri te llamara y te pidiera que apoyes públicamente a Jorge Macri?.

– Le pediría que apoye públicamente a Fernán Quirós-, contestó Larreta con ironía, según reprodujo un colaborador. Aunque difícilmente la conversación se produzca en la realidad, la réplica de Larreta exhibe el estado de ánimo que busca transmitir hacia el interior de su partido, la idea de que finalmente se independizó de Mauricio Macri, que ya no responde como un gerente al dueño.

Alrededor de Larreta, la tensión con el expresidente es inocultable. Vuelan por el aire las estocadas. Un funcionario recuerda que en 2018 se cambió el sistema de votación en la ciudad para favorecer a Macri y se postergó intencionalmente el uso de la boleta única para los candidatos porteños. Frente a la posibilidad de dejarle la ciudad a un candidato de la UCR, otro funcionario replica que por culpa de Macri se perdió el gobierno nacional en 2019. Y así sigue. ¿Cómo se curarán las heridas internas después de la elección? Nadie quiere pensar en un escenario de derrota.

El éxito de la maniobra de independencia frente a Macri aún es una incógnita. Y, sobre todo, resta todavía medir el costo que pagó Pro frente al electorado al priorizar las disputas por el poder sobre las preocupaciones que atraviesan el magullado tejido social. “El desgaste nos lo llevamos todos”, reconoció Larreta, en las evaluaciones privadas de la confrontación.

Swingers

El Centro Cultural Recoleta es un enjambre de asesores, funcionarios y asistentes. Allí funciona parte del equipo de campaña que trabaja para Larreta. El otro búnker, más reservado, funciona en la calle Olazábal, en el barrio de Belgrano. El análisis de encuestas es permanente. El jefe de gobierno sabe que el voto del macrismo duro es fiel a su contrincante Patricia Bullrich. Es un voto perdido para las PASO en el universo de Larreta. En su evaluación, el objetivo es el swing vote, como lo denominan los expertos en materia electoral. Se refiere a la franja de votantes que pueden cambiar de partido y definir una elección. Por ejemplo, los votantes que se resistían a votar a Cristina Kirchner, pero que aceptaron apoyar al Frente de Todos cuando llevó a Alberto Fernández como candidato. De ahí la estrategia de dejar la confrontación directa a otros dirigentes, la idea de mantenerse votable para los intermedios.

Por eso, Larreta se encargó ayer de desmentir que dudara de los avales judiciales de Jorge Macri para competir en la ciudad. “Tiene los años, los antecedentes, para mí, cumple con los requisitos; mi opinión personal es que Jorge puede ser candidato: lo digo con todas las letras para que no haya malentendidos”, enfatizó ayer durante una entrevista con Radio La Red.

Alrededor de las encuestas, la incertidumbre reina. Meses atrás, Larreta estaba convencido de que si ganaba las PASO su contrincante iba a ser Sergio Massa. Ahora considera que la situación cambió por el deterioro de la economía y el ascenso implacable de Javier Milei. La elección se muestra como un juego de tercios. El desconcierto encabeza los pronósticos

Fuente: La Nación. Ver nota completa.

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